Crece el fenómeno de las hipotecas burbuja

No cabe duda que la combinación del panorama hipotecario y el mercado inmobiliario en nuestro país han generado un gran número de situaciones complejas en las que, por la alarma social que causan, los desahucios han sido los más visibles; sin embargo no son ni mucho menos las únicas consecuencias de la actual situación, existen otras tal vez menos explícitas pero también muy graves como puede ser el aumento exponencial de las hipotecas burbuja.

Por hipoteca burbuja entendemos a aquella cuyo coste es superior al valor actual de la vivienda; es decir, usted posee una hipoteca burbuja si a fecha de hoy tratara de vender su vivienda y con los ingresos obtenidos de dicha de venta no pudiera hacer frente a los gastos de la hipoteca.

Las hipotecas burbuja

Esta situación, que puede parecer un tanto kafkiana, afecta sin embargo a un gran número de españoles, si hacemos caso a los datos recopilados por el comparador kelisto recientemente, de hecho una de cada 10 hipotecas hoy por hoy podrían perfectamente ser consideradas hipotecas burbuja; o lo que es lo mismo, cerca de 600.000 españoles poseen una hipoteca burbuja.

A la hora de entender esta situación, que ha llevado desde una representación tan sólo del 0,3% de este tipo de situaciones en el año 2009 a un cierre 2013 en el que prácticamente las hipotecas burbuja suponían el 10% del total de hipotecas, debemos acercarnos a dos fenómenos diferenciados pero que, en este caso desafortunadamente, se complementan.

 En primer lugar la caída brutal del precio de la vivienda de segunda mano; una caída que ha bajado los precios de las viviendas prácticamente un 40% en un periodo de menos de cinco años, y, que aún hoy, no tiene ningún viso de estabilizarse más allá de pequeños datos parciales puntuales.

En segundo lugar, y no menos importante, el reflejo de un período de descontrol en la concesión hipotecaria en el que las financiaciones por encima del 100% de los importes equivalentes a los precios de las viviendas resultaban más que comunes, generando a  medio y largo plazo un problema al que evidentemente la dificultad de refinanciación existente no está ayudando a resolver.

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