Las hipotecas REDAL, acrónimo de la expresión latina Redito ad Libitum que significa «devolución a voluntad», se refieren a contratos hipotecarios en los que no se especifica claramente la fórmula de amortización del préstamo.

Esto implica que el deudor podría tener la flexibilidad de decidir cómo y cuándo devolver el capital prestado, siempre y cuando se abonen los intereses correspondientes.
¿Qué caracteriza a una hipoteca REDAL?
En un contrato hipotecario estándar, se establecen dos acuerdos financieros fundamentales:
- Intereses: El porcentaje que se pagará mensualmente por el dinero prestado.
- Amortización: La cantidad de capital que se devolverá cada mes para saldar el préstamo.
Sin embargo, en las hipotecas REDAL, falta la fórmula o el pacto financiero que determina el importe de las nuevas cuotas cuando se modifica el tipo de interés del préstamo.
En algunos casos, la fórmula para el cálculo de las cuotas es errónea; en otros, la fórmula de las cuotas contradice la de los intereses; también puede ocurrir que el contrato sea correcto, pero que los conceptos y el lenguaje técnico utilizado solo sean comprensibles por profesionales con conocimientos de economía o matemática avanzada.
Esta falta de claridad puede llevar a que el deudor tenga la posibilidad de devolver el préstamo de manera más flexible.
Implicaciones para el deudor
La ausencia de una fórmula clara de amortización en el contrato puede tener varias consecuencias:
- Flexibilidad en los pagos: El deudor podría argumentar que, al no existir un acuerdo específico sobre cómo devolver el capital, tiene la libertad de decidir la cantidad a amortizar en cada cuota.
- Renegociación de condiciones: Esta ambigüedad puede servir como base para renegociar las condiciones del préstamo con la entidad financiera, especialmente en situaciones de dificultad económica.
- Evitar ejecuciones hipotecarias: En casos extremos, la falta de claridad en el contrato podría utilizarse como defensa legal para evitar un desahucio, argumentando que no existe un acuerdo claro sobre la devolución del préstamo.
Es importante destacar que la aplicación de la cláusula REDAL no está regulada por una normativa específica, lo que puede generar ambigüedad y disputas en los contratos de préstamo que la incluyen.
Por ello, es esencial contar con asesoramiento legal especializado para analizar cada caso en particular.
Conclusión
Las hipotecas REDAL representan una particularidad en el ámbito hipotecario que puede ofrecer al deudor una mayor flexibilidad en la devolución del préstamo.
Sin embargo, esta misma flexibilidad puede derivar en interpretaciones legales complejas y disputas con las entidades financieras. Por ello, es fundamental que cualquier persona que sospeche tener una hipoteca con estas características busque asesoramiento legal para comprender plenamente sus derechos y obligaciones.