El mercado inmobiliario en España no se mueve. Desde que estallara la burbuja, la compraventa de viviendas en nuestro país ha descendido tanto y tan rápidamente que los expertos se preguntan si las medidas tomadas para equilibrar este mercado acabarán teniendo unas consecuencias más radicales de lo esperado.
De momento, con las 300.000 transacciones de viviendas registradas en el año 2013, parece que nos hemos acercado a la cifra más conveniente para un país con las características de España. Estamos muy lejos de las 955.000 operaciones registradas en 2006, cuando la crisis ni estaba ni se la esperaba, y es que la compraventa de viviendas ha caído casi un 70% desde entonces.
Además, solo en el último año se ha registrado un descenso del 17,4% en este tipo de transacciones, inducido seguramente por la supresión de las ventajas fiscales asociadas a la compra de una vivienda impuesta por el Gobierno en enero de 2013. Ahora, a la compra de una casa nueva le afecta un IVA del 10%, y no del 4% como hasta entonces, y además, la adquisición de una vivienda habitual ya no desgrava.
Por otra parte, hay que tener en cuenta qué tipo de transacciones se producen hoy en día y quiénes las realizan, ya que, debido al estado del crédito, se observa que buena parte de las operaciones de compraventa las realizan inversores, por lo que las cifras no reflejan la realidad de la situación en España.
Por último, conviene prestar atención al significativo dato de que, en Madrid y Barcelona, las dos principales ciudades españolas, se ha incrementado la compraventa de viviendas en un 6,8% y un 0,8% respectivamente en el último año. Este dato es importante porque estas dos ciudades son las que determinan la evolución del mercado inmobiliario en España.
Ahora toca esperar para ver hacia dónde se mueve el mercado una vez que las entidades bancarias reactiven la financiación y qué consecuencias trae la supresión de ventajas fiscales para la compra de viviendas.
