El Euribor sigue estable en su tendencia a la baja

El Euribor, principal indicador de referencia para las hipotecas españolas y europeas, sigue estable en la tendencia a la baja que comenzó hace apenas un par de meses, dando un respiro a todas las familias hipotecadas y aportando un futuro esperanzador a la hora de los pagos que se tendrán que realizar en los próximos meses.

Este pasado viernes, día 23 de septiembre, el Euribor cerró en su cotización diaria en el 2,060%, lo que arrojó una media mensual del indicador del 2,065%, claramente inferior al cierre mensual de agosto del Euribor que se situó en el 2,097%, lo que hace pensar que el mes de septiembre cerrará claramente por debajo del mes de agosto.

Si la cotización del Euribor no sufre ninguna variación grave de aquí a final de mes, con apenas 5 días más de cotización, nos encontraríamos con un valor a final de mes que estaría entre el 2,050% y el 2,060%, lo que, al compararlo con el cierre de septiembre de 2010 cuando el Euribor fijó su media mensual en el 1,42%, nos encontraríamos con un incremento de 0,6-0,7 puntos porcentuales, que llevaría a un incremento en cuota de unos 60 euros.

Eso sí, cada vez que se habla de posibles incrementos en cuota hipotecaria por un aumento del Euribor hay que realizar cierta relativización en función de la cláusula suelo que impidió que el tipo de interés de la hipoteca bajara todo lo que hubiera tenido que bajar. Por ello, a la hora de comparar el nuevo Euribor habrá que hacerlo sobre la base de la cláusula suelo fijada.

De esta manera, si una hipoteca tuviera una cláusula suelo del 3%, y ahora septiembre cerrara, por ejemplo, en el 2,05% a lo que se podría añadir un diferencial de 0,75%, nos encontraríamos con un tipo de interés del 2,80%, inferior a la cláusula suelo, la cuál se aplicaría de manera inmediata haciendo por tanto que la cuota hipotecaria no se moviera y se mantuviera en el mismo valor del mes anterior.

Por otro lado, todo apunta a que de aquí a final de año nos encontraremos con un escenario similar, ya que el Banco Central Europeo no parece dispuesto a arriesgarse hundir la economía bajo la premisa de intentar defender la inflación, por lo que acabará por contradecirse a sí mismo, y acabará por mantener el tipo de interés para la zona Euro en el 1,50%, con posibilidades de que se pueda llegar a producir un recorte de un cuarto de punto, hasta el 1,25%, si la economía sigue dando síntomas de enfermedad grave.

Por ello, las previsiones de principio de año que hablaban de la posibilidad de que el Euribor pudiera acercarse al 3%, y que superaría, en todo caso, el 2,5%, quedan ahora muy atrás, y se empieza a hablar de un Euribor que se moverá en la horquilla entre el 2% y el 2,1%, lo cuál es, sin duda, una gran noticia para las familias hipotecadas.

Unas familias hipotecadas que se dividen en estos momentos en dos grandes grupos: los que pueden pagar sus cuotas y los que no. Las que no pueden pagar sus cuotas están abocadas al embargo y posterior desahucio, mientras que las que sí podrán disfrutar de unas ventajas evidentes con respecto al pasado, gracias a que las cuotas hipotecarias a pagar serán claramente inferiores a unos meses atrás, por lo que se puede decir que están en mejor situación.

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