5 trucos para pagar menos intereses en tu hipoteca

Por qué puedes pagar menos intereses ahora

El euríbor lleva meses dando un respiro. Tras las subidas de los últimos años, en 2025 se ha moderado y eso significa una cosa muy clara: las cuotas de muchas hipotecas han bajado. El alivio puede parecer pequeño en cada mensualidad, pero cuando lo miras a lo largo de toda la vida del préstamo, el ahorro suma mucho más de lo que parece.

No se trata solo de esperar a que los tipos bajen. También puedes mover ficha tú, tomar decisiones inteligentes que marquen la diferencia. Y aquí está lo interesante: con algunas estrategias sencillas es posible reducir de forma real los intereses que vas a pagar al banco.

Trucos para pagar menos intereses en tu hipoteca

  1. Amortización parcial al plazo. Es la jugada maestra si lo que quieres es quitarte años de hipoteca. Adelantar dinero de vez en cuando, aunque no sean grandes cantidades, recorta intereses y acorta el tiempo. Por ejemplo, con aportaciones de 5.000 euros anuales en los primeros años, podrías reducir varios años del préstamo y ahorrarte decenas de miles de euros en intereses.
  2. Amortización para reducir cuota. Si lo tuyo es vivir con más liquidez mes a mes, esta opción funciona mejor. No recortas años, pero sí consigues cuotas más ligeras y también pagas menos intereses, aunque el ahorro total sea menor.
  3. Comparar y negociar. Muchas personas creen que, una vez firmada la hipoteca, no hay nada que hacer. Error. El mercado hipotecario cambia y los bancos compiten. Si hoy existen ofertas con tipos más bajos, puedes negociar con tu banco o incluso plantearte una subrogación.
  4. Entrada más alta desde el inicio. Parece obvio, pero a veces se olvida. Cuanto menos dinero pidas, menos intereses pagarás. Si tienes la posibilidad de dar más del 20 % de entrada, estarás reduciendo el coste total de manera notable.
  5. Valorar si compensa amortizar o invertir. Cuando los intereses hipotecarios son bajos, hay quien prefiere invertir ese dinero en productos financieros que generen más rentabilidad. No es para todo el mundo, porque hay que asumir riesgo, pero es una alternativa que puede tener sentido según tu perfil.

Lo que deberías tener claro

La clave está en que no todo depende del mercado ni del euríbor. Tú también puedes tomar decisiones para pagar menos. Adelantar capital, renegociar condiciones o reducir deuda inicial son pasos que parecen pequeños, pero que cambian mucho la foto final. Una hipoteca dura décadas y cada movimiento cuenta, así que conviene no dejarla en piloto automático.

Piensa que cada euro de menos en intereses es dinero que vuelve a tu bolsillo. Y a la larga, esa diferencia puede suponer no solo tranquilidad financiera, sino también libertad para decidir qué hacer con tu dinero en lugar de dárselo al banco.

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