Morosidad en créditos inmobiliarios

Uno de los grandes problemas que afronta el sector, especialmente las entidades financieras, es la constante amenaza en el aumento de hipotecas aplazadas y según AFI (Analistas Financieros Internacionales) sólo la desvaloración del dinero hace posible que el impacto sea un poco más leve.

Al cierre de 2009, los registros indicaban que el ascenso de los créditos inmobiliarios se situaba en 8.7%, es decir un 3% por encima del nivel alcanzado doce meses antes. Sin dudas que este crecimiento es alarmante por donde se lo mire, ya que además de aumentar el riesgo de incobrabilidad por parte de la banca en futuras concesiones hipotecarias, a ello se le suma la inseguridad generada por la cantidad de inmuebles que ya han sido adjudicados.

Como respuesta a la crisis y cada vez en mayor medida, las entidades (cajas de ahorro y bancos) han comenzado a optar por cambiar los roles y pasar a ser accionistas. Esto significa que en lugar de ser acreedores de los préstamos que otorgan, convierten las deudas en créditos participativos. Cuando se llega a este punto, lo que se hace es que la parte acreedora de la banca en lugar de invertir más líquido para sustentar obligaciones de su deudor, decide por tomar activos del mismo y así reducir la posible futura morosidad.

Con esta estrategia lo que se busca es mantener la solvencia financiera, en pocas palabras, que mínimamente  los activos de la organización superen a los pasivos.

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