La cláusula swap

El swap es un contrato de cobertura que se utiliza en el mercado de divisas y que fue aplicado a los contratos hipotecarios a raíz de la brusca caída del Euríbor que se vino produciendo a partir del año 2008, ante la cuál las entidades financieras querían proteger sus ingresos.

El problema es que las entidades financieras vendieron la cláusula swap a sus clientes como un contrato de cobertura ante las subidas del tipo de interés, de forma que cuando el Euríbor superaba una barrera fijada previamente, el banco compensaba económicamente al cliente.

Sin embargo, no explicaban la contraprestación contraria, en la que el cliente debe de compensar al banco cuando el Euríbor cae por debajo de ese valor de referencia, algo que ha venido sucediendo sistemáticamente en los últimos dos-tres años, con lo que muchos clientes han tenido que añadir a su cuota hipotecaria mensual una cantidad adicional por motivo de esta cláusula swap.

Muchas han sido las voces que han denunciado el claro abuso que supone la utilización de esta cláusula swap en un mercado tan asimétrico como el hipotecario, en el que la entidad financiera tiene casi todo el poder de negociación, y ahora, poco a poco, los tribunales van dando la razón a los consumidores.

Esta pasada semana, un juzgado de instrucción de Cáceres ha condenado al Banco Popular a devolver todas las cantidades recibidas por unos clientes con motivo de la cláusula swap y a dejar de aplicar la misma en dicho contrato de manera inmediata.

Aunque esta sentencia será, evidentemente, recurrida por parte de la entidad financiera, pone las bases para nuevas demandas que comenzarán a llegar, sin duda, ante el abuso que ha supuesto la aplicación de la cláusula swap por parte de las entidades financieras.

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