Desahucios: consecuencia de la crisis inmobiliaria

Uno de los problemas más graves, derivado de la crisis inmobiliaria, es el número de desahuciados, además el problema, originado en la ley hipotecaria española, es que el propietario desahuciado por no pagar ve como su vivienda se subasta, se vende y debe seguir pagando la hipoteca de la vivienda que no posee.

En el 90% de los casos las propias inmobiliarias de los bancos acreedores concurren a las subastas y acaban adjudicándose las viviendas a precio de saldo. La ley hipotecaria les permite adquirir el inmueble por el 50% del precio de la subasta pública si esta queda desierta. pero sigue teniendo que pagar al banco la hipoteca pendiente.

La medidas adoptadas hasta ahora por el Gobierno de España no han podido atajar la crisis inmobiliaria española de 2008. La supresión del Ministerio de la Vivienda tuvo relación con este fracaso y a principios de 2010 el Ministerio de Fomento plantea acompañar al sector en su paulatina normalización, creando una Comisión de Trabajo para el impulso del Sector Inmobiliario.

El gobierno acordó bajar el IVA para las nuevas viviendas con el objeto de ayudar a los bancos a sacar al mercado en inmenso stock de viviendas de promotores y constructores pero no resulta efectivo. Algunas comunidades introducen la deducción por compra de vivienda nueva en la declaración de IRPF en los tramos autonómicos con el objeto de ayudar a bancos, promotores y constructores ante el inmenso stock que sigue vacío.

Desempleo:

El aumento de desempleo anula las expectativas de emancipación o cambio de vivienda de las generaciones jóvenes o maduras. El mercado inmobiliario se resiente ante la la ruptura de estos tradicionales clientes.

Si analizamos años anteriores, en octubre de 2011 el INE publicó los datos sobre la disminución de la población española en 27.771 habitantes desde enero a julio de 2011. Además hizo pública los datos sobre la proyección sobre la población e España para próxima década que auguran, de mantenerse la tendencia demográfica, un decremento del 1,2% de la población hasta 2021, es decir una disminución de más de 500.000 habiltantes, quedando en esa fecha en 45,6 millones de habitantes.

Dicho acontecimiento afecta mucho a la crisis inmobiliaria, además el fuerte crecimiento del desempleo en España en los últimos años incide de manera clara en la demanda de viviendas.

Actualmente, Fitch prevé que el mercado de la vivienda y el hipotecario seguirán deprimidos este año en España, así como en los otros países periféricos de la UE. Además, ante el paro y la situación económica eleva la probabilidad de impagos de las hipotecas hasta un rango de entre el 9% y el 11%.

Los precios de la vivienda en España bajarán otro 15% antes de que termine el ciclo negativo, lo mismo que en Grecia, y solo superados por la caída de Irlanda, que alcanzará el 20%. El descenso de los precios ha mejorado las ratio que miden la capacidad de acceso a la vivienda en la mayoría de los países. A este factor, también contribuye en Europa la evolución a la baja de los tipos de interés.

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