Crisis griega y el impacto en las hipotecas

 

Las ramificaciones de la crisis de deuda helénica, ha afectado a los europeos desde múltiples ángulos. Así tenemos que vivir con un alto nivel de paro, gran volatilidad de los mercados, difícil acceso al crédito, la caída del Euro, y ahora también la volatilidad que envuelve al Euribor.

El euribor, constituyendo el tipo de referencia de la mayoría de hipotecas, queda fijado como la media del interés al que se prestan dinero los bancos. Para conformar este indicador no sólo se toma en cuenta el tipo de referencia del BCE, sino también una prima impuesta por los bancos e influenciada por la percepción de un mayor riesgo entre ellos.

Si bien este indicador aún se encuentra en niveles bastante bajos, hemos visto como desde que empezó el mes de junio, el Euribor viene marcando nuevas subidas día a día. Y es que la sensación de incertidumbre se ha trasladado al mercado interbancario.

Gracias a los bajos tipos de interés, los bancos han invertido en gran cantidad de bonos. Sin embargo, con la crisis de deuda soberana de la Eurozona a flor de piel, un gran riesgo se trasladó al mercado.

Así los bancos han trasladado sus temores pediendo intereses más altos a otros por el aumento de la percepción del riesgo.

Sin embargo, con la estabilidad financiera como prioridad del BCE, la subida de los tipos de referencia se está retrasando cada vez más. Este factor marca su influencia y mantiene contenida la subida del Euribor, aunque se apuesta a que al final de este año el indicador se encuentre entre 1,75% y un 2,25%.

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